martes, 10 de noviembre de 2015

La ansiedad y su envoltorio



La ansiedad y su envoltorio

Ángela González Delgado


Los síntomas se nos presentan envueltos. Se pueden tratar de diferentes modos, por ejemplo, sin desenvolver. Esa es la posición de quienes creen a pie juntillas en los ansiolíticos como solución a los problemas de ansiedad.
Esa cuestión, según estudios, comienza a alcanzar proporciones epidémicas, cuando se la hace consistente y se la define como un Trastorno de Ansiedad Generalizado, es decir, como un cuadro sintomático que afecta a todas las facetas de una persona. Epidemia silencios también en relación al ingente consumo masivo de ansiolíticos. Tratar los síntomas sin desenvolverlos no es la posición de los psicoanalistas.
Para nosotros es imposible una cura de la ansiedad sin desenvolver ese síntoma, sin estudiar sus conexiones con la historia del sujeto que manifiesta padecerla, sin indagar en su responsabilidad subjetiva, sin leer ese síntoma y conocer su lógica. Es por eso que observamos que los episodios de ansiedad se repiten, infinitamente, durante mucho tiempo, si únicamente mantenemos sobre ellos una mirada superficial, su faz de comportamiento externo, su fachada, y no nos atrevemos a invitar al sujeto a recorrer los vericuetos de su malestar y de su sufrimiento. Es lo que denominamos poner el síntoma a hablar.
Pero además el hecho de hablar de crisis de ansiedad muestra que existen momentos críticos. Y por eso mismo que existe un primer episodio crítico.
Resulta curioso que no se investigue las coordenadas de ese primer momento donde aparece la angustia, el encuentro con un objeto angustiante, a partir del cual hay el cuadro típico de la ansiedad: sudoración, palpitaciones, sensación de ahogo, inseguridad, inquietud, y sobre todo incertidumbre, un temor muy grande a lo que puede venir y a que se pueda repetir esos instantes en que se ha perdido el control.
Resulta curioso que aún cuando se pregunte en las historias clínicas el momento del nacimiento del cuadro de ansiedad, tampoco esa información se use para saber cómo va a ser el final. Porque todo lo que empieza, termina. Es la posición que mejor ayuda, saber que se sale de la ansiedad, y que interesarse por la verdad que subyace da sus frutos, aunque lleve tiempo y esfuerzo, aunque el sujeto tenga que perder algo, y acepte, como vemos a diario, que es pieza fundamental el desenvolver ese síntoma tomando parte activa en la cura.
Resulta curioso que los manuales y libros de autoayuda que tratan de dar consejos piensen que todos los sujetos son iguales, y que la subjetividad no entra en juego, como si se tratara de hacer creer que la ansiedad se cura del mismo modo para cada persona.
Y también resulta curioso que si la cura de la ansiedad tiene que ver con la ingesta de ansiolíticos no se entiende por qué, lejos de disminuir, aumenta exponencialmente el numero de casos de personas que padecen ansiedad, y que por mucho que se recete, la ansiedad no remite. Mientras tanto los servicios de atención primaria se ven obligados a recetar ansiolíticos constantemente, en cantidades masivas, millonarias.
Las coyunturas y las formas de abordar las situaciones de crisis, los malos encuentros, las malas relaciones con la pareja, las dificultades laborales, son tan diversas como sujetos, por eso, es necesario sumar a la opinión pública a una forma de abordar las crisis psicológicas y las dificultades del vivir que no pase por dejar los síntomas sin desenvolver.

Ángela González Delgado es psicoanalista de la Asoc. Mundial de Psicoanálisis y actual Directora de la ELP-Comunidad en Castilla y León, y profesora del CURSUS de Ansiedad.



Las clases del CURSUS Ansiedad, historia subjetiva y lógica de las crisis, organizado por el Seminario del Campo Freudiano de Castilla y León y la Universidad de Valladolid se celebran en CASA JUNCO.  Algunos de los epígrafes a tratar son: Ansiedad, histeria y obsesión, Efectos de los efectos de los ansiolíticos, Angustia y ansiedad. Miedo y ansiedad. Fobia y ansiedad, y La lógica de las crisis y el final de la ansiedad.